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EDICIÓN #3
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HOLBERTON SCHOOL
Nuevas prácticas para un nuevo mundo
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Holberton es la escuela de códigos de Silicon Valley impulsada en Uruguay por Fundación Zonamerica. Su objetivo es ayudar a que más personas se puedan insertar en la industria de las Tecnologías de la Información a través de una formación rápida y de calidad. Hablamos con 4 estudiantes de Holberton que decidieron dar un paso para definir su futuro. Algunos de ellos en busca de una reconversión laboral, otros con la intención de afianzar conocimientos de una forma más práctica y concentrada en el tiempo.
Personas distintas con un mismo objetivo Holberton establece como requisitos ser mayor de 18 años, saber inglés y tener ganas de aprender a programar. Esto hace que la escuela cuente con un grupo de alumnos bastante diverso.
Javier Valenzani (Resident Software Engineer y Responsable del Pilar Técnico en Holberton) asegura que el perfil de los alumnos es sumamente heterogéneo en cuanto a edad, experiencia previa e historias de vida. "Su motivación varía entre aquellos jóvenes que buscan una opción de aprendizaje más acorde a los tiempos que corren o quienes quieren reconvertirse desde otras profesiones. Es en este punto donde se encuentran jóvenes de 18 años con profesionales de 50 con el mismo objetivo: ingresar a la industria IT como desarrolladores de software. Si entrar a la industria IT es su sueño, desde Holberton los ayudamos a cumplirlo con un abordaje integral de desarrollador de software".
Prepararse para el trabajo en el sector IT Además de la formación estrictamente técnica, Holberton ofrece formación en aspectos vinculados a lo que la persona se va a encontrar en el mundo del trabajo. "En Holberton simulamos un ambiente real de trabajo, para que cuando salgan a la industria se sientan más cómodos con la metodología y la dinámica laboral que requieren las empresas de la industria", comenta Javier. "Y nuestra propuesta alineada con la industria, se refleja en el campus, en la metodología de trabajo y en el abordaje de los proyectos".
Espacios que hacen la diferencia El método de aprendizaje de Holberton está basado en una currícula diseñada en Silicon Valley que potencia el uso de espacios polifuncionales en lugar de aulas, de manera que estos espacios se parezcan al futuro ambiente laboral de sus alumnos. "El entorno tiene que ir de la mano con la metodología de trabajo para maximizar los resultados. Ambientes amplios y cómodos, bien iluminados y equipados con las herramientas necesarias para trabajar hacen que la experiencia sea mucho más enriquecedora. Los estudiantes pueden trabajar en un ambiente tipo cowork junto a otros compañeros, buscar una sala apartada para estudiar un tema en silencio, o sentarse en el coffee point para distraerse un rato".
"Cada uno maneja su tiempo según le resulte más práctico y a no ser por las actividades mandatorias y deadline de proyectos, no hay horarios fijos".
Javier Valenzani
"En Holberton no solo les enseñamos fundamentos de programación, sino también a aprender a aprender para que en el futuro puedan mantenerse actualizados".
Trabajar en base a requerimientos La metodología basada en proyectos que maneja la escuela presenta diferentes tareas a los alumnos en un formato similar a una especificación de requerimientos. "Nos manejamos con requisitos funcionales y no funcionales, como estándares de codificación, utilización de ciertas versiones de software o librerías", explica Javier. "Junto con los requerimientos, una serie de objetivos de aprendizaje y recursos de estudio son presentados al estudiante para que pueda realizar el proyecto. Cada proyecto tiene un deadline establecido que va desde 24hs hasta 15 días, dependiendo de la complejidad y objetivos de aprendizaje. En paralelo con los proyectos, y por nuestra metodología, los alumnos van desarrollando habilidades blandas tales como capacidad de autoaprendizaje, trabajo en equipo, habilidades de comunicación oral (presentaciones en público diarias) y escrita (blogpost técnicos) y manejo de tiempo".
Chloe Dumit
"Creo que lo que más me impresionó fue la manera de aprendizaje y la infraestructura con la que cuenta, muy poco común para un centro de estudio en el país, lo que aporta muchísimo a la experiencia”.
Iniciar un nuevo camino Chloe Dumit tiene 21 años, tras interesarse por el diseño web, cursó el primer año de la UTU de Informática, pero finalmente decidió estudiar Arquitectura. Sin embargo, siempre se quedó con las ganas de ingresar en el sector de tecnologías de la información. En 2020 iba a realizar una pasantía en Sudáfrica, pero debido a la pandemia por el COVID-19 esto no fue posible. “Al haberme quedado sin anotarme en las materias de la facultad, me puse a buscar qué podía hacer con tanto tiempo libre. Hacía años venía buscando algún curso de programación pero todos se superponían con mis horarios de facultad. Un día en las redes me apareció una publicidad de Holberton School, decidí aplicar y fue una experiencia increíble".
En cuanto a las habilidades adquiridas en Holberton, Chloe hace referencia especialmente al área de Back-End. “Pasamos por varias tecnologías que hacen énfasis en ello y gracias a eso hoy puedo estar trabajando en la industria. Sin duda lo que más se aprende son las habilidades blandas. El hablar en público es clave, ser capaces de hacer una presentación en otro idioma frente a bastante gente es algo que suele ser difícil y gracias a los daily stand-ups se tornaba bastante natural”.
Facundo Díaz
"En la escuela han venido varias empresas a contarnos a qué se dedican y cómo trabajan y eso es un factor importante para el día de mañana elegir el tipo de empresa que sea más compatible con cada uno".
Conectar el trabajo con la pasión
Facundo Díaz tiene 20 años. Cursó el Bachillerato Tecnológico y la Facultad de Ingeniería. Cuenta que desde niño, en su casa hubo contacto con las computadoras y tecnología en general y siempre le dio mucha curiosidad entender cómo funcionaban las aplicaciones que se usan en una computadora de forma cotidiana. “Ahí comencé a investigar qué era el desarrollo de aplicaciones y la programación y descubrí que era algo que me gustaba mucho. Comencé a estudiar por mi cuenta hasta que tuve edad suficiente para poder estudiarlo formalmente”.
Facundo asegura que le resultó interesante que la formación de Holberton cuente con un acercamiento al mundo del trabajo. "Nunca había trabajado ni tenido contacto con la industria. Honestamente, no tenía idea de cómo funcionaba, ni de cómo se manejaban las empresas".
Nicolás Portela
"Es tan inmensa la cantidad de nuevos conceptos aprendidos cada día, que comenzás a cuestionarte cómo puede ser posible que estés realmente incorporándolos. Pero la realidad es que, visto en perspectiva, al término del curso nos sorprendemos de cómo hemos evolucionado a nivel técnico, profesional y humano".
Un cambio de perspectiva
Nicolás Portela tiene 33 años y estudió Ciencia Política en la Facultad de Ciencias Sociales. Conoció Holberton en mayo de 2020 a través de un artículo de prensa cuando estaba en busca de una reconversión laboral y profesional. "Desde 2019 yo estaba evaluando opciones para formarme como desarrollador. Dado que no es sencilla una reconversión formativa y laboral cuando pasaste la frontera de los 30 años, comenzar una carrera de ingeniero no estaba en mis planes. Por el contrario, buscaba una opción que reuniera ciertas características: duración corta (menor a 3 años), orientada y con rápido acceso al mercado laboral, y con un fuerte componente práctico".
En cuanto al método de aprendizaje implementado por Holberton, Nicolás piensa que es disruptivo y sorprendentemente efectivo, al punto que hoy en día le cuesta concebir un proceso de aprendizaje que se base en la metodología tradicional del profesor o maestro dictando una clase. "Las dos patas fundamentales de la metodología Holberton, que son el trabajo entre pares y el trabajo en proyectos, no solamente te permiten incorporar conocimiento técnico, sino que vas desarrollando otras habilidades, como la resolución de problemas, el trabajo en equipo, el trabajo bajo presión, y la capacidad de aprendizaje, entre otras".
Martín Saavedra
"El framework es una manera de ver la vida en definitiva. Cada vez que me enfrento a algo que no sé o quiero investigar, lo utilizo como guía, logrando una incorporación de los conocimientos de manera autónoma y autodidacta, por lo que es una de las mejores habilidades que incorporé durante esta instancia".
Otra forma de ver tu desarrollo profesional
Martín Saavedra tiene 36 años. Es arquitecto, realizó una maestría, pero nunca logró consolidarse en el mercado laboral. A partir de una inquietud que años atrás había tenido, mantuvo la curiosidad por seguir explorando el campo de la informática y la tecnología. Hacia finales del 2019, decidió cambiar totalmente de rumbo y empezar el nuevo año estudiando una nueva carrera.
Martín entró a Holberton sin conocimientos de programación, y finalizó desarrollando un MVP, desde el back hasta el front, utilizando las últimas tecnologías y métodos para el desarrollo de una app. "Es un logro difícil de imaginar si me lo hubieran contado antes de entrar a Holberton" comenta.
"Uno de los pilares de Holberton, es el marco de trabajo (The Framework), que son 11 puntos, que estructuran el método con el que hay que investigar y trabajar para encarar todos los proyectos que vas realizando durante el curso", asegura Martín.
Si estás listo para definir tu futuro, podés comenzar tu camino hoy. Ingresá por más información.
Holberton Uruguay es impulsado por Fundación Zonamerica, una organización sin fines de lucro con más de 10 años de experiencia en el desarrollo de propuestas de formación de alto valor agregado para empresas y personas con alto componente innovador, como una contribución a achicar la brecha digital en el país.